
Fernando Alonso saldrá desde el tercer lugar de la parrilla en el Gran Premio de Francia, octava prueba del Mundial de Fórmula 1, que se disputa en el circuito de Magny Cours. El de Renault avisó que a partir de ahora pilotará "al 150 por ciento" y lo demostró en la casa de su equipo.
La pole position fue para Kimi Raikkonen, la número 200 de Ferrari, por delante del segundo piloto del equipo italiano, Felipe Massa. Lewis Hamilton logró el tercer mejor tiempo en la calificación, pero perderá diez puestos en la parrilla por el incidente del Gran Premio de Canadá.
Buenas vibraciones
Alonso confirmó en la calificación las buenas vibraciones de los entrenamientos libres y la clara mejoría del R28, que le llevó a situarse en el circuito de casa por delante de pilotos a los que hasta ahora no podía seguir. Especialmente significativo es el paso atrás que han dado los BMW, que no han tenido su mejor fin de semana. Robert Kubica, líder del Mundial de pilotos, saldrá sexto y su compañero Nick Heidfeld, que ni siquiera superó la segunda tanda de la calificación, undécimo.
La otra cara de la moneda fue para el equipo Toyota, cuyos dos pilotos alcanzaron la Q3 (Trulli saldrá cuarto, al lado de Alonso, y Glock noveno), y también para Nelson Piquet, que se dio el lujo de dominar los terceros y últimos entrenamientos libres. Se quedó a un paso de la tercera y última tanda de la calificación, pero la sanción a Hamilton le permitirá ganar un puesto y salir décimo.
La número 200 de Ferrari
Raikkonen, que fue multado con 5.000 euros por llegar tarde a la reunión de pilotos, firmó la decimosexta pole de su carrera y la número 200 de Ferrari. La primera de la Scuderia la consiguió José Froilán González en el año 1951, Jacky Ickx se llevó la número 50 en 1970, Patrick Tambay la número 100 en 1970 y Michael Schumacher la número 200 en 2002.
Kimi incluso renunció a su último intento de vuelta rápida al ver que el único que podía amenazarle, su compañero Massa, cometió un error en su última tentativa. El finlandés intentará ahora volver a la senda del triunfo, y de paso recuperar el liderato del Mundial de pilotos, tras dos carreras sin puntuar. Los dos pilotos de Ferrari fueron los únicos de los favoritos que afrontaron la Q3 con neumáticos blandos, lo que quizá les dio ventaja.
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