viernes, 27 de junio de 2008

SETE GIBERNAU PODRIA PILOTAR LA DUCATI EN EL CIRCUITO DE BRNO


El regreso de Sete Gibernau al Mundial de MotoGP es sólo una cuestión de tiempo. Los rumores que han alimentado los círculos de opinión que dan vida al paddock no son sólo meras especulaciones. El "regalo de Ducati", como denominó el piloto español a la invitación para entrenarse durante tres días con la Ducati GP9 hace una semana en Mugello, no es un presente casual. Ducati tiene en mente otros menesteres de mayor alcance con Sete, que se prepara como nunca para un posible retorno a la máxima expresión del motociclismo.

La zozobra de Marco Melandri a lomos de la Desmosedici esta temporada tuvo su peor momento en Donington Park, donde el italiano, desnortado y abatido, se dejó llevar hasta la meta como un pelele sobre una moto. Incluso Casey Stoner estuvo a un paso de doblarlo. Melandri, encallado con un moto que no comprende y a la que no puede sacar nada más, ha hecho pensar en Ducati en un relevo de última hora para, al menos, salvar los muebles hasta final de la estación. Y ahí entra en escena Sete.

Aunque según parece Ducati tiene firmado un contrato con Nicola Canepa, la inexperiencia de este piloto probador se antoja demasiado riesgo para subirlo a una moto tan crítica. Y Gibernau, mientras, se está rehabilitando, preparándose a conciencia para un posible regreso a la competición. De hecho, la semana que viene, Gibernau regresará a la acción con unos nuevos ensayos en Mugello, la pista de pruebas de la fábrica de Borgo Panigale donde Sete consiguió en su tercer día de ensayos, acercarse a los tiempos registrados por Melandri durante el Gran Premio de Italia.


Ensayo útil
En Ducati ven con buenos ojos que Sete, si realmente se siente con fuerzas de regresar –y de eso no cabe ninguna duda a nadie en el Mundial-, pueda ejercer de suplente. Su pericia poniendo a punto motos de competición está sobradamente contrastada y de hecho, algunas de las soluciones que Ducati le hizo probar en el anterior ensayo le sirvieron a Casey de mucho en la carrera que ganó en Inglaterra la semana pasada.

Pero su reingreso en la competición no se produciría antes de Brno. Sete prefiere encontrar de nuevo las sensaciones con una moto al límite y comprobar si se siente capacitado para codearse de nuevo con los más grandes. Por eso, se ejercita de forma intensa para aceptar el reto si es necesario en las mejores condiciones físicas y mentales. Y teniendo en cuenta que el Gran Premio de la República Checa no se celebra hasta finales de agosto, el dos veces subcampeón del mundo de MotoGP tiene tiempo de sobra para poner su cuerpo a tono y planificar algunas sesiones más a puerta cerrada con Ducati para cubrir eventualmente la posible salida de Marco Melandri, al que en Italia ven en Kawasaki como sustituto del australiano Anthony West. Al italiano no le queda otra opción que huir de la Desmosedici que le ha hecho olvidarse de cómo pilotar un prototipo de MotoGP.

De esta manera, a Gibernau le serviría para tomar de nuevo contacto con las carreras hasta el final de año y su aventura no se reduciría, como en algunos foros se ha escrito, a una mera prueba para matar el gusanillo. Hasta Valentino Rossi, que en Inglaterra vio con buenos ojos el retorno de Gibernau a MotoGP, le insta a que pruebe de nuevo. "Estaría bien que regresara", dijo, "porque con él tuve grandes duelos, especialmente en la última vuelta, y sería bonito verle otra vez". No es el único en desear verlo de nuevo en pista. Jorge Lorenzo, por ejemplo, también es de los que opinan que aún puede dar guerra en MotoGP.


Oferta de Kawasaki para 2009
Lo de Ducati sería una buena piedra de toque para Sete. Pero esta aventura se ceñiría a cinco o seis carreras para cerrar el campeonato. Luego, los planes para el español pueden pasar por otro equipo con mayor necesidad de un piloto preclaro como él en cuanto al desarrollo. Ducati lo pondría en liza para suplir a Melandri y luego ficharía a un piloto para 2009. Y para esta plaza suena cada vez con más fuerza Hayden, un piloto muy agresivo que podría congeniar bien por su estilo de conducción con la puntiaguda Desmosedici.

¿Y qué opciones tendría entonces Gibernau para la temporada que viene? Fundamentalmente Kawasaki. La fábrica japonesa, que ahora tiene a Hopkins y a West, no está demasiado contenta con ellos. El estadounidense tiene contrato en vigor y al australiano se le acaba al final de este ejercicio. Y Kawasaki ha pensado, y mucho, primero en contratar a un piloto joven, pero después en firmar a un piloto solvente, con capacidad para hacer de la Ninja una moto más competitiva. Ahí entra Gibernau, alguien ideal para evolucionar una moto

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