Sebastian Vettel fue considerado por los comisarios del Gran Premio de Australia culpable del accidente ocurrido a dos vueltas del final, cuando defendía su segunda posición de los ataques de Robert Kubica, por lo que perderá diez puestos en la formación de salida de la siguiente prueba, el Gran Premio de Malasia.
Al piloto alemán también le multaron con 50.000 dólares (37.620 euros) por no dejar el coche en un lugar seguro tras la colisión lo más pronto posible, en vez de tratar de llegar a los garajes, siguiendo las instrucciones del equipo.
Vettel dijo que lo sentía por el equipo y también por su rival. "Quizás debería haberle dejado pasar y haberme quedado con el tercer puesto, pero así es la vida. He intentado defenderme y hasta la mitad de la curva iba bien, pero no he tenido la adherencia suficiente para evitar la colisión. Lo siento por el equipo y también por Kubica".
"En el momento en el que nos hemos tocado él ya estaba por delante, pero no he podido frenar, ya que mis neumáticos estaban totalmente gastados. Ha sido una pena, porque ha supuesto el final de la carrera para los dos", explicó. "¿Si debería haberle dejado pasar? Yo siempre quiero luchar", añadió el alemán.
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